Muchas personas que han tenido malas experiencias en el terreno afectivo se preguntan si realmente existe la pareja ideal, y se plantean si habrá para ellas una pareja ideal esperándolas «ahí fuera» – sea lo que sea que esto signifique -.
En este post voy a tratar de responderte a esta pregunta tan famosa y repetida hasta la saciedad.
Comienzo explicándote algo clave: para tener pareja y estar bien en pareja es necesario salir del pensamiento Niño, salir de la posición existencial de Niño. ¿Y qué es una posición existencial? Es la manera de vivir y afrontar mi propia vida.
La imagen que hemos construido de la “pareja ideal” surge de estar en esta posición existencial inmadura, que llamamos posición de Niño, en la que hemos idealizado las relaciones afectivas, donde todo es felicidad y pétalos de rosa, y donde no hay conflictos ni dificultades.
Donde lo que yo quiero es encontrar un príncipe azul o una princesa, y no un ser humano con sus virtudes y defectos, que pueda complementarme y ser mi compañero de vida.
Esta posición existencial de Niño es una concepción fantasiosa e inmadura que se aleja de vida, precisamente porque no es la vida, sino una construcción, una imagen mental, una idea que hemos generado en el imaginario colectivo entre todos.
Y de la misma forma, como entre todos la hemos creado, entre todos podemos transformarla y salir de ese mundo de idealización y comenzar a tomar contacto con el Adulto que hay en nosotros: la posición existencial de Adulto. Es decir: comenzar a vivir y afrontar nuestra vida desde la perspectiva del adulto que somos.
Cuando elegimos a una pareja, cuando nos comprometemos con una persona, muchas veces cometemos el error de quedarnos en lo superficial y no ver el contenido. Nos quedamos en lo efímero, sin ver más allá y sin darnos cuenta que somos parte de un equipo de dos, que va a tener que transitar muchas etapas de vida, y que no todas serán fáciles.
Conectar con tu posición de Adulto ante la vida, para dejar atrás tu posición de Niño significa comprender que para poder estar en profunda intimidad emocional en pareja, has de poder viajar a tu interior sin miedo, has de poder abrirte a tu propia vulnerabilidad y ser capaz de exponerte emocionalmente ante el otro.
Y este es de los mayores riesgos que como humanos podemos correr: abrirnos al otro, sin reservas y mostrando lo que somos, y lo que incluso nos da vergüenza ser.
No se puede amar de verdad sin el coraje de aceptar este riesgo.
Y tampoco se puede amar sin la profunda aceptación de lo que Yo Soy y del valor que me doy como persona.
Sin esto, no seré capaz de poder exponerme al otro en mi vulnerabilidad y mostrar quien soy.
Y tampoco podré asumir la posibilidad de que al otro no le guste lo que soy.
Y tampoco podré acoger al otro como es.
Así que en vez de preguntarnos si existe la pareja ideal, más bien la pregunta sería: ¿En qué medida eres tú una “pareja ideal”?
¿En qué medida tienes las cualidades que te gustaría encontrar en alguien?
Si deseo encontrar a alguien que se valore a sí mismo, ¿antes he empezado por darme el valor a mí misma/o?
¿En qué medida eres tú lo que esperas encontrar en otra persona?
¿Eres capaz de mostrar tu propia vulnerabilidad desde el corazón sin huir, sin asustarte?
¿Eres capaz de Dar lo que tú deseas Recibir?